martes, 30 de octubre de 2012

Posible testimonio de un taxista sidoso.

Oración de un pecador perdonado.

El omnipresente nos quiere a todos por igual
¿No lo veis? Entonces vuestros corazones pedirán piedad.
El bendito derrocha ternura
a los niños caídos por hambre
en el sur de Colombia.
Sino lo crees así ¿Qué haces comprando en El corte Inglés?
El altísimo quiere por igual
a esos hombres, que lejos del camino,
tragan vergas sin parar.
Si no opinas así ¿Por qué no probar el pecado varonil?
Mi Dios, el único Dios, entrega amos por igual,
ya seas judío en el cuarenta, sacerdote en Florencia
o mujer pecadora en Irak.
Sino lo reconoces, mujer ¿Cuándo esas vacaciones a los jardines del Edén?
Por todo eso y más yo soy devoto de la Trinidad.
Yo sidoso, vicioso y maricón.
YO joven engendrado fuera de la unión,
quiero a mi Dios más que a mi cuerpo demencial
alcanzando así el cotizado cielo estelar.

(Dame la extremaunción después de meterme en la cama con dos).

P. de Vargas.