lunes, 7 de marzo de 2011





Siempre pasé mis dias, con café, en estaciones de extrarradio. Por mis padres, situaciones, o idas de de  el alma. En ellas encontraba el fin, momentaneo, de mis tormentos. Tambien personas que lloraban de rabia al irse, llorarban de alegria por volver, o el estoico que en un banco lee una historieta de felinos o inquilinos. La verdad esque muchas veces pasaba ahi mis dias por gusto, por evaporizar ese "mono" que sentia al dejar todo y cambiar de habitos.  Alguna vez he cogido el primer autobus que llegase a ella, cogiendolo y acabando en calles de sconocdas. La sensacion de que nadie te pone cara, nadie sabe quien eres, nadie ni nada.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Uno mismo

"El, que siempre quiso ser todo menos el,
salio del burdel.
Alli vendia por un trozo de pan y algunas copas de mas,
su dignidad.
Detras de un cristal translucido,
engañando a cualquier pujador que le fuera lo sucio.
Pasaron por su cama asesinos del amor, caballeros que no repitieron,
alguno con la mano larga y otros muchos que prometieron silencio.
El, no se fue,
solo queria fumarse el viento de aquella ciudad donde nadie le ponia cara.
El, sabia que volveria,
vivia de eso y sin esas propinas no iria muy lejos.
Pero queria,
ansiaba,
unos labios a los que reconocer, unas manos calientes o un simple hombro
donde gritar, desgarrarse, aferrarse o morir en compañia.

El, que era yo,
decidio volver, esconderse entre las savanas
y vacilar a su destino.
Pero no se deprimio,
no lo estoy.
El destino es mi suela y yo lo piso, corriendo por las calles
donde fue, si fui algun dia niño.
El, que conozco de vista,
es un soñador,
y como tal nunca dejara de decir amor."




Gora©