"El, que siempre quiso ser todo menos el,
salio del burdel.
Alli vendia por un trozo de pan y algunas copas de mas,
su dignidad.
Detras de un cristal translucido,
engañando a cualquier pujador que le fuera lo sucio.
Pasaron por su cama asesinos del amor, caballeros que no repitieron,
alguno con la mano larga y otros muchos que prometieron silencio.
El, no se fue,
solo queria fumarse el viento de aquella ciudad donde nadie le ponia cara.
El, sabia que volveria,
vivia de eso y sin esas propinas no iria muy lejos.
Pero queria,
ansiaba,
unos labios a los que reconocer, unas manos calientes o un simple hombro
donde gritar, desgarrarse, aferrarse o morir en compañia.
El, que era yo,
decidio volver, esconderse entre las savanas
y vacilar a su destino.
Pero no se deprimio,
no lo estoy.
El destino es mi suela y yo lo piso, corriendo por las calles
donde fue, si fui algun dia niño.
El, que conozco de vista,
es un soñador,
y como tal nunca dejara de decir amor."
Gora©
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