martes, 13 de septiembre de 2011

trois jours d'amour

Los huesos se hacen escarcha
cuando escucha a la mañana
que le susurra, la muy puta,
que desde que se fue no es nada.

La tarde se aprovecha
de sus dudas maltrechas
y los besos que el reprocha,
esta se los quita de la boca.

Al tropezar la noche
callejea las calles, pulidas por tacones,
haciéndose de hombre elegante
como si no quisiese volver a besarle.


Y así pasaran sus días,
entre copas rotas y colillas
esperando dormir debajo de cualquier árbol
donde nunca pensó en el fracaso.



G.

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