sábado, 4 de febrero de 2012

Ya no muero por la vida, ni por el arte, ni por la música, ni tan siquiera por los versos con sabor a besos de despedida. Ahora no muero por las calles vacías, llenas de malicias que otros como tu, antes, si que han perecido por ellas. Hoy no muero por un Dios, ni por un padre, ni por una mujer. Hoy no desfallezco por una sonrisa entornada como mueca, ni por una lengua moviéndose en mi entre pierna. Aunque no sepa porque deberé morirme de pena, ya no muero ni por ti, ni por amor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario